jueves, 23 de septiembre de 2010

El gobierno español veta a los grandes simios

 Tras ser aprobado por el Congreso, el Gobierno dice NO a una Ley de Grandes Simios que les hubiera protegido de la esclavitud, la experimentación médica, la tortura, su utilización en espectáculos públicos y la extinción. De esta forma da carpetazo a un sentir popular que es apoyado por numerosas universidades, científicos y grupos sociales en nuestro país y del ámbito internacional. El Gobierno niega a los Grandes Simios el mismo grado de protección que tienen los animales domésticos.



Enviado por: Pedro Pozas Terrados . Director Ejecutivo Proyecto Gran Simio/España , 23/09/2010, 20:36 h
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El 25 de junio de 2008, la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de los Diputados, debatió una Proposición No de Ley (PNL) presentada por Izquierda Unida y los Verdes de Cataluña, en la que se pedía de una forma convincente, que el Gobierno apoyara al Proyecto Gran Simio (PGS) y elaborara una ley de protección de estos homínidos no humanos en la que se prohibiera expresamente la experimentación o investigación de grandes simios cuando ella pudiera producir daños psicológicos o físicos a los mismos, el establecimiento de unas condiciones muy rigurosas para su tenencia y custodia y siempre con propósitos de conservación, la prohibición de su tenencia con fines comerciales o cualquier otro tipo de espectáculos y el establecimiento de un tipo penal, agravado para el caso de comercio, tenencia ilegal o maltrato de simios. Por otro lado, en la misma PNL se pedía el impulsar el desarrollo de los compromisos adquiridos por España con la firma de la Declaración de Kinshasa para la protección de las poblaciones de grandes simios en su hábitat. Otro punto era que España impulsara y emprendiera las acciones necesarias en los foros y organismos internacionales que procedan, para la protección de los grandes simios del maltrato, la esclavitud, la tortura, la muerte y la extinción.

Tras un intenso debate entre los diputados que formaban la Comisión del Congreso, fue aprobada la PNL, en todos sus puntos. Los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales, informaron ampliamente sobre los Derechos de los Grandes Simios, viendo como España se colocaba en el primer parlamento nacional del mundo que apoyaba públicamente al PGS, a pesar de los intentos de ciertos sectores por ridiculizar la propuesta e intentar llevarla al debate político, acusando al gobierno de preocuparse por temas tan ínfimos existiendo tantos problemas en la sociedad.


Internacionalmente, esta medida aprobada fue objeto de halago hacia los españoles, por dar un gran paso en la dignidad de la defensa de los animales. A España se la conocía como un país anclado en el pasado tradicionalista, divirtiéndose sus ciudadanos matando toros en las corridas o maltratando a los animales en fiestas populares.

Ya en 2006, cuando presente el Proyecto Gran Simio en el Congreso, se originó un debate nacional, dirigido principalmente por sectores del partido de la oposición y columnistas que con toda desfachatez, calumniaban y mentían sobre el PGS y quienes formábamos la directiva del mismo. Directores de periódicos irresponsables, pidieron que en los artículos de opinión se ridiculizara al gobierno por apoyar a los simios. Fue un argumento fácil aprovechado por el partido de la oposición y la cúpula de la iglesia. A pesar de ello, meses después, al comprender el error de que el PGS no era inventado por políticos como hicieron entender, que no había salido de ningún partido ni estaba pagado por nadie, que su labor era muy loable, los medios de comunicación simpatizantes con el partido de la oposición, fueron cambiando de tono. Las agencias Internacionales desde el primer momento, apoyaron al PGS en su labor y divulgaron su trabajo y las capacidades cognitivas de los grandes simios. A raíz de todo ello, se culturizó a la sociedad española y en especial a los medios políticos y de información, sobre unos seres que hasta el momento los habían visto en el zoológico o en películas de tarzán y que ahora estaban más cercanos, con una cultura y capacidades cognitivas importantes, que eran homínidos y científicamente miembros de nuestra propia familia. También comprobaron la cantidad de científicos, Universidades, escritores tanto nacionales como internacionales, que apoyan al PGS desde el primer momento.

A pesar de todo ello, la PNL que reconocía a los grandes simios su derecho de ser protegidos y de tener una Ley propia, aprobada por el Congreso en el 2008, defendida por Amuedo Moral, portavoz del PSOE en la Comisión de Medio Ambiente y en el que pedían al Gobierno los puntos que al principio expongo, ha quedado en el olvido, encerrada en los cajones de la Moncloa, olvidada como están siendo olvidadas las selvas tropicales que son destruidas por multinacionales sin escrúpulos bajo el consentimiento de políticos irresponsables. Dos años han pasado ya y el Gobierno no quiere saber nada de la PNL, no quieren mencionarlo por temor posiblemente al ridículo. Aún estamos en la época de Darwin, donde defender a unos seres que proceden de un mismo ancestro común, es una locura y una blasfemia para la dignidad del hombre supremo.


Sin embargo, la PNL ha sido aprobada por una Comisión del Congreso que representa a los ciudadanos, ha sido debatida en la casa del pueblo que es de todos..¿cómo se atreve el Gobierno a ser irresponsable y no acatar el sentimiento de los ciudadanos? Sin duda tienen que cambiar muchas cosas en nuestro actual sistema político, porque actuando de esta forma, ignorando una petición del pueblo, sólo veo una dictadura y el hacer lo que mi santo cargo me da el poder para hacerlo, una tomadura de pelo de forma abierta y prepotente. Se han olvidado completamente que son ciudadanos de España, que tienen una responsabilidad porque el pueblo se la ha dado, pero no por ello tiene que tomar decisiones propias contrarias al Congreso. Si el Congreso dice una cosa al Gobierno, este debe de cumplirla sin rechistar, le guste o no, porque los diputados han sido elegidos democráticamente o al menos eso creo.


No entiendo como se gasto tanta fuerza y energía en defender al PGS en la Comisión por parte del PSOE, a sabiendas que una vez aprobada, la guardarían en el cajón del sastre oculto en el trastero de la Moncloa. Es un engaño y una mentira que deben de responder por ello. No cuesta nada proteger un poco más a los grandes simios sabiendo el apoyo científico existente y que no llevaría ningún costo añadido. Está en proceso el cambio del Código Penal y no habría costado nada el incluir algunos artículos de protección a los grandes simios o bien realizar un Proyecto Ley con las decisiones aprobadas en la PNL.


Pero parece ser que el poder ciega, que te hace ser insensible a las peticiones del pueblo, que te hacer volver al feudalismo donde el Señor tenia el poder de todo sin dar explicaciones, parece que se olvida de donde se procede, quien les ha votado y sólo les importa los objetivos con beneficios para engordar su ego. ¿Cómo vamos a creerlos cuando debaten algo en el Congreso si después hacen lo que les da la gana, pasando por encima de instituciones, organizaciones y ciudadanos, riéndose por no decir otra palabra más basta, en la cara de quien ha puesto todas sus esperanzas en las decisiones de los “representantes” del pueblo?. Sinceramente, este caso como seguro hay otros muchos más, es una vergüenza que quedará marcada en los políticos (independientemente del signo que sea). Las sociedades del futuro, si logramos superar el cambio climático producido por la ineptitud de nuestros dirigentes, se echaran las manos en la cabeza al ver el sistema político que han implantado para su beneficio propio y que ralla más una dictadura encubierta, que una democracia del pueblo y para el pueblo..


A partir de ahora, cada gran simio que muera en España por malos tratos, por malas condiciones, el sufrimiento de más del 82% de grandes simios que se encuentran en zoológicos en situaciones extremas, del maltrato psicológico y físico que muchos de ellos padecen; además de los responsables directos, caerán en la conciencia (si es que la tienen) del Gobierno que premeditadamente ha abandonado la PNL aprobada por el Congreso sobre la protección a los grandes simios, una PNL defendida por el PSOE. ¿No hubieran quedado mejor votando no? El defenderla y después no cumplirla, es un juego traicionero que el Gobierno sin duda parece ha querido jugar contra los ciudadanos y los grandes simios.


Es muy preocupante que el Gobierno vete los derechos de los grandes simios, pasando por encima del Congreso y haciendo caso omiso a las recomendaciones de sus técnicos del Ministerio de Medio Ambiente que en un informe interno dice: “Parece adecuado establecer una protección rigurosa de las condiciones de vida de los simios que se encuentran en nuestro país”. A final termina que “Por todas las razones se considera emitir informe positivo para la toma en consideración de la Proposición No de Ley por la que el Congreso de los Diputados insta al Gobierno a declarar su adhesión al Proyecto Gran Simio”.


Maltratar un perro o animal doméstico es delito según nuestro Código Penal. Sin embargo hacerlo con un chimpancé, un gorila, un elefante o un delfín, no es delito. Existe un agravio comparativo de proporciones masivamente injustas, además de un grave error que la propia justicia debería remediar. La protección que damos a nuestras mascotas es justa, pero tiene que ser extensible a los grandes simios que están mucho más cercanos a nosotros en la clasificación biológica y pertenecen como nosotros a la familia de los homínidos. Sólo se está pidiendo el mismo grado de protección que a los animales domésticos.



Deseo que los grandes simios, los homínidos no humanos, nuestros compañeros evolutivos de los que compartimos el mismo ancestro común, sean protegidos en nuestro país del comercio y el negocio, de la esclavitud y de la experimentación. Que sean tratados en consideración y que rompamos con ello la barrera de nuestra especie. Que luchemos por su hábitat natural, por la conservación de sus poblaciones en libertad. Haciéndolo, estaremos ayudándonos a nosotros mismos, luchando contra un cambio climático que hemos impuesto a sabiendas que la Tierra no soportará la presión de nuestra capacidad de matar y destruir en un segundo, lo que ha costado cientos de años en crecer y vivir. Ellos, los homínidos no humanos merecen no ser torturados y vivir.





PEDRO POZAS TERRADOS

Director Ejecutivo Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España)

martes, 7 de septiembre de 2010

BOICOT A "BALADA TRISTE DE TROMPETA" de Alex de la Iglesia

BOICOT A "BALADA TRISTE DE TROMPETA" de Alex de la Iglesia


España - 07/09/2010

Maltrato animal en la última película de Alex de la Iglesia. No acudas al cine, dona el dinero de tu entrada a las organizaciones y santuarios que trabajan en su defensa.


El año pasado, recibimos un aviso que nos alertaba del uso de animales de un circo para el rodaje de “Balada triste de trompeta”, la película de Alex de la Iglesia que se acaba de presentar en el Festival de Cine de Venecia. Inmediatamente, contactamos con el director para pedirle que no utilizara animales reales, toda vez que la industria del cine cuenta con adelantos tecnológicos que logran “engañar” al espectador con tecnología 3D, animación y toda una batería de efectos especiales con los que se consiguen imágenes realistas sin necesidad de utilizar animales verdaderos. Entre los animales que de la Iglesia utilizaría para su película se encontraba una elefanta asiática.

De la Iglesia no respondió a nuestro mensaje de forma directa, simplemente se limitó a declarar en una entrevista que se había pedido la presencia de miembros de una protectora de animales para que comprobaran que a los animales no se les maltrataba durante el rodaje.


El nombre de esta organización es Fundación Internacional para la Protección de los Animales, que preside Raúl Mérida. Dicha fundación, creada en 2002, vigila "que las condiciones de los animales en los rodajes sean buenas, que los papeles estén en regla, que tengan comida y bebida o espacio para descansar", señala Mérida, gracias a un acuerdo de colaboración con Ciudad de la Luz. Nos gustaría saber con qué equipo profesional se presentaron en el rodaje los miembros de esta Fundación, y el nombre del etólogo especialista en fauna salvaje que sería el único profesional capacitado para emitir un informe sobre los más de 20 animales usados en el rodaje de esta película. En el caso de la elefanta, además, ha quedado patente el desconocimiento total y absoluto de la fundación sobre la etología y necesidades de estos animales: una elefanta encerrada en un pequeño recinto y en solitario, es precisamente la muestra palpable de esta incapacidad para emitir informes de bienestar con base científica.


Los animales utilizados fueron alquilados a circos y a una empresa dedicada al alquiler de animales para rodajes de películas y comerciales publicitarios. Estas imágenes se rodaron en Alcoy, en el barrio el Partidor, y las empresas implicadas son, además del director y su productora, el Circo Wonderland, el Centro Fauna y Acción (dedicado al alquiler de animales para rodajes), y el Circo Jamaica.

Nos oponemos al uso de animales salvajes y domésticos en circos y en cualquier tipo de espectáculo, pero vamos a centrarnos aquí en el tema de los elefantes. Los elefantes que pasan sus miserables vidas en los circos, son sometidos a maltratos físicos y psíquicos desde la infancia. Aún se siguen atrapando pequeñas crías de su hábitat natural para venderlas a zoos y circos de todo el mundo. El proceso que se ha observado en países asiáticos es el siguiente:

-Se colocan trampas en las zonas donde habitan manadas de elefantes; una de las más habituales es hacer un pozo en la tierra en el que caben las crías pero no los elefantes adultos, y camuflarlo tapándolo con ramas y hojas. A continuación se acosa a la manada con disparos con la intención de espantarlos; en la huída, se intenta provocar que las crías caigan en los pozos y que la manada, al no ver al pequeño atrapado ya que ha quedado dentro del hueco, continúe huyendo sin pararse a auxiliarlo.


-A continuación, el pequeño es trasladado al campamento de estos cazadores, donde es inmovilizado atándoles las patas a cuatro postes de madera, en una especie de corral muy rudimentario construido con troncos.


-Una vez inmovilizado, se comienza el proceso de “domesticación”: se lo golpea de forma constante en trompa, patas, lomo, ancas, pero sobre todo la actividad consiste en montarse sobre él y castigarlo duramente con un garfio en la cabeza. El animal, desesperado, termina por rendirse, totalmente quebrado ante tanta brutalidad.


-Se calcula que cada año mueren unas cien crías durante este proceso; también se suele matar a las madres que regresan en busca de su pequeño.

-Los motivos para hacer esta actividad es la demanda de los países occidentales de elefantes asiáticos para circos y zoos. Como las convenciones internacionales prohíben la compra venta de animales salvajes de especies protegidas salvo que éstos provengan de “granjas” o sean considerados animales “domesticados” o nacidos en cautividad, con este método burlan los controles y consiguen la documentación para poder comerciar con ellos ya que pasan a engrosar las filas de los animales “domesticados”.


-Una vez en el circo, estos elefantes continúan recibiendo un trato cruel durante todas sus miserables vidas, siendo golpeados con el garfio de forma diaria para hacerlos subir y bajar de los remolques en los que son transportados, para que accedan desde el recinto exterior a la carpa hasta la pista del circo en la que se producirá el espectáculo, y en el entrenamiento diario que reciben para aprender las rutinas del espectáculo circense. Es que los circos utilizan lo que se ha dado en llamar “free contact” (contacto libre, no protegido), método que siempre va acompañado del uso del garfio y que lamentablemente también es implementado en muchos zoológicos de nuestro país.


-Los elefantes en cautividad desarrollan enfermedades que en la naturaleza no conocen, como tuberculosis o herpes virus, que pueden llegar a provocarles la muerte. Además, su salud psicológica se ve seriamente perjudicada ya que son animales con un alto grado de evolución cerebral: tienen autoconciencia, capacidad de entender la muerte, capacidad de entender su situación y las situaciones ajenas, siendo la especie animal que demuestra una mayor empatía entre los miembros de su especie. Sus relaciones sociales son extremadamente complejas, son muy afectivos y tienen sentido de la justicia. Todas estas características han sido descubiertas por etólogos y científicos que se dedican al estudio de los elefantes en libertad y en cautividad, documentando profusamente sus descubrimientos que han sido publicados en numerosas revistas científicas de reconocido prestigio, como Science.


Por todo ello, comenzamos hoy la campaña de boicot a “Balada triste de trompeta”: cada vez que pagues una entrada para ver esta película, estarás dando tu aprobación al maltrato de los animales y a su uso por parte de empresas que se lucran con su sufrimiento y comprometen seriamente su supervivencia. No acudas a los cines a ver “Balada triste de trompeta”, no compres esta película cuando se edite en DVD: no contribuyas con los maltratadores de animales y sus cómplices. Dona el dinero de tu entrada a los santuarios de elefantes que son quienes de verdad lo necesitan, o a las organizaciones que trabajan in situ en la defensa de estos magníficos animales:


Elephant Voices: trabajan desde hace 35 años en el estudio del comportamiento y sobre todo las formas de comunicación de los elefantes africanos in situ. Consideran que el trabajo de conservación debe ser compasivo, dándole importancia no sólo al elefante como especie sino también preocupándose por los individuos. Donaciones aquí.

Santuario de Elefantes de Tennessee: trabajan en el rescate y recuperación de los elefantes en cautividad en circos, zoos y empresas particulares. Donaciones aquí.

LIBERA!: haz un donativo o hazte socio de Libera! para que podamos seguir trabajando y creando conciencia, informando y denunciando los abusos cometidos contra los elefantes en particular y todas las especies animales en general. Con poco podemos hacer mucho.